Estas tiernas palabras les decía D. Mariano, nuestro capellán, a cada uno de los alumnos de infantil y primer ciclo de primaria que esta mañana se han acercado con su Niño Jesús para que fueran bendecidos.
Desde hace un par de semanas descontábamos los días que quedaban para la bendición del Niño Jesús. Durante este tiempo nos hemos acercado a su madre y madre nuestra también, como dice la canción. Se llamaba María, esperaba con mucha ilusión al bebé que llevaba en su vientre y, al igual que ella preparaba todo lo necesario para su nacimiento, nuestros niños junto a sus familias han preparado con mucho esmero las cestitas para llevarlos al colegio.
Esta bonita tradición que cada año celebramos nos recuerda que lo más importante de la Navidad es Jesús, sin Él esta fiesta carecería de sentido. Volvamos a ser niños, a recuperar la ilusión por sencillo, por lo que realmente importa, porque así lo hizo Él naciendo bajo un cielo de estrellas.
Ayúdanos María a preparar nuestros corazones para recibir a Jesús.
